Si nos preguntamos ¿por qué se resfrió Juan? colocamos el intelecto en una dirección un poco diferente a la que lo dirigimos si preguntamos ¿por qué se enferma el hombre? Este es el tipo de diferenciación que realizó Jung con el desarrollo de su investigación sobre el inconsciente colectivo, por supuesto, no tanto como descubrimiento, pero sí como toda una novedad en tanto que lo asumió como tema objetivo de estudio. Esto es, analizar cuánto hay de común en un grupo humano y que hace que actúe de una manera generando satisfacción o bien padecimientos colectivos sin tener consciencia de hacerlo.
Como parte de su investigación sobre el inconsciente colectivo Jung estudió el sueño de numerosos individuos de diversas nacionalidades. Aprovechando sus viajes, al entrar en contacto con diversas civilizaciones fue registrando las diferencias, pero sobre todo las semejanzas en las representaciones que cada grupo manifestaba respecto de sus deidades, y qué tipo de imágenes concebían en sus sueños aquellos individuos que padecían de algún tipo de trastorno. También las expresiones artísticas, tanto de pacientes como de curanderos o chamanes, fueron parte del enorme mosaico que fue construyendo durante años. Y recordemos que en ese entonces no se contaba con computadoras personales.
Al entrar en contacto con culturas en donde la religiosidad todavía estaba muy arraigada, Jung se da cuenta de cuánto se había perdido en Europa, y en Occidente en general, esa relación del hombre con su deidad. El mito, comprendió, de ninguna manera constituía solamente una construcción fantástica que servía para explicar algún fenómeno, sino que era el resultado de un sistema colectivo de percepción y, por lo tanto, un canal natural de comunicación. Perder los mitos implica, por lo tanto, perder esos canales naturales con los que alguna vez nos comunicábamos a niveles más elevados de consciencia sin demasiado esfuerzo.
Sin importar cuáles fueran las características de los diferentes pueblos, todos coinciden en un punto de partida mitológico en donde algo trascendía al individuo. Cuando la moral todavía estaba sujeta a los condicionamientos de origen mitológico los pueblos se mantenían sanos, puesto que en conjunto también ejercían una identidad. Así, la pérdida de identidad desde la destrucción de los mitos fue lo que ocasionó un montón de trastornos en los individuos de los pueblos nativos. ¿Qué tenía que hacer el curandero de una tribu ante la llegada de las vacunas del hombre blanco, por ejemplo? ¿Qué haría un cristiano sin crucifijos?
Jung, rescatando también herramientas de la Alquimia, con sus pacientes aplicó el valor de la imagen como vehículo de comunicación. Habiendo comprendido el profundo sentido de la mitología, le daba al paciente la oportunidad de crear su propia historia en la cual cada símbolo y su significado tenía el suficiente peso como para ser utilizado en la terapia. Por esto no había «una» receta, o «un» tratamiento, sino que cada caso era la posibilidad de un mundo nuevo a descubrir en la que el afectado se volvía protagonista. El terapeuta pasaba a convertirse en un compañero guía, no en un curador.
Tiempo para ti,
¿Practicas algún tipo de religiosidad?
¿Te resultan indiferentes los diferentes rituales religiosos? ¿Qué piensas acerca de ellos?
Te leo en los comentarios.
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