no son migas de pan
sino sombras de lo que fui
lo que vuelco sobre el monitor
con esta singular manera
de saberme plural
y de juzgarme ser el tipo
que ignora quién eres
resbalo desde tus tantas bocas
hasta cada uno de mis gestos
logrando astillar en mis dedos desnudos
la precisión de tu divague
que detalla cómo soy lo que ni siquiera conozco
me dejo
escupir sobre mis párpados
y tras haber vomitado certezas
aliento a que ensucies mi nombre
insisto
aliento a que ensucies mi nombre
para que digas que miento
y yo te lo confirme
con siempre darte la razón
en el a veces de tu presencia
para que no veas que en el aferrarte
es donde tú resbalas
quizás cruel
pretencioso
desde el principio me privé
de esconderte los estandartes de furia
que porto como tú
pero sin levantar los brazos
puede que por más joven
yo anduve más seguro sobre lo cierto del fondo
que tú sobre la verdad inserta en las maneras
intuyendo que tu cuna de dolor
consistió en aceptar que habiéndote querido
dejaría de hacerlo
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