Al pedo decirte que me río de los que piensan que sé de números o de letras, porque vos sabés -aunque de algún modo lo negás- que lo que sé es leer otras cosas. No me extrañó encontrarte esa precisa vez, y no te extrañará leer esto colgado ahí, en algún lugar, mientras te sonreís casi con miedo, pretendiendo adivinar hacia dónde irán los tiros. Sí, hay un precipicio a la mitad de cada beso, y una furia y un equilibrio al borde de lo posible de cada escándalo. Habrá que tejer fino, más de lo que jamás lo hemos hecho.
Deja una respuesta