Frecuentemente me consultan acerca del “bloqueo” a la hora de escribir, o bien, acerca de cómo encarar el tema de abordar la escritura de un libro. En esta breve entrada quiero dejar en claro algunos puntos y, si alguna cosa queda en la nebulosa la seguimos en los comentarios, o si lo prefieres, me escribes al correo.
Acerca del bloqueo de escritor
1. Bloqueo argumental: Se da cuando no sabes cómo seguir con la trama. Aquí lo que debes hacer es revisar cómo has llegado a ese punto, a ese nudo que no puedes resolver. Es decir, retroceder en la historia y establecer dónde colocar una puerta de escape. Al retroceder en la historia puedes ver, preguntarte, examinar si realmente es necesario llegar a ese punto, o si hay una alternativa de llegar de otro modo a ese mismo punto, o a otro punto similar pero diferente y que permita una solución.
Por ejemplo, si en una situación equis, la solución es una navaja en el bolsillo de Juan, ¿cómo hacemos para que esa navaja esté en el bolsillo de Juan? Si retrocedemos a esa mañana, encontramos que Pepe le había pedido que se la guarde, si retrocedemos más, Pepe había encontrado esa navaja en la calle y sabía que tendría problemas en su casa si su madre se llegase a enterar, fue por eso que le pidió a Juan que se la guarde. Como ves, el concepto está en revisar la historia.
2. Bloqueo por dispersión de ideas: Quieres escribir una historia, y tienes ganas de que sea un cuento, pero al tiempo piensas en convertirlo en una novela, y de a ratos te imaginas que uno de los personajes escribe poemas, con todo lo cual al final no escribes un solo reglón. Haz lo siguiente, primero que nada anota en una hoja de papel las 5 o las 10 ideas principales que tengas. Luego elije el tema que más te llame, el que más te motive abordar. Finalmente, ¡ESCRIBE! Si estás en esta situación tú no tienes un bloqueo, es sólo falta de decisión de ponerte a escribir, nada más.
3. Bloqueo por no tener ideas: esto me parece a mí una realidad de otra dimensión, pero si te ocurre es porque te faltan lecturas. Como sea, si no tienes ideas acerca de qué escribir, toma un libro, o recuerda alguno, y altera parte de la trama, o cambia el final. Romeo y Julieta se casan, Julieta se vuelve alcohólica, se divorcian y Romeo se queda con la custodia de los críos. Elije una noticia de Medio Oriente y modifica el sentido, dos misiles caen en California lanzados por Arabia Saudita y Donald Trump dice que no admitirá intromisiones, pero no contesta el fuego.
Acerca de cómo encarar la escritura de un libro
1. Ordenadamente: Si lo tuyo es “no ficción”, comienza por el índice. Ya sea un curso de repostería, un manual de autoayuda, una guía de reflexoterapia, lo que sea, comienza por el índice. El índice te ayudará a precisar cada tema primero, y luego, dentro de cada tema los sub temas necesarios, y a medida que lo elabores ganarás en la visión del punto de partida al punto de llegada de tu público objetivo. Una vez que tengas el índice la cosa será desarrollarlo.
Si lo tuyo es ficción, pues similar, determina la trama, de donde parte el héroe, hasta dónde llegará, qué le sucederá en su viaje, a quiénes conocerá, qué dificultades atravesará, qué cambios experimentará (él y todos los personajes), y todo lo que haga al esqueleto de la historia. Una vez que tengas el esqueleto verás que puedes desarrollar la parte que mejor te parezca, y no necesariamente de principio a fin.
2. Desordenadamente: Si prefieres saltarte lo de hacer el índice, y/o lo de generar los capítulos, también es perfectamente válido. Hay escritores de todo gusto y color, ahora, sí puedo decirte que de la manera “desordenada” es más fácil caer en errores.
Por ejemplo, si en una novela vas improvisando, día tras día, sin seguir un esquema, puedes hacer aparecer al hermano de la novia del protagonista de la nada y sin que tú te des cuenta. Es decir, en un relato puedes hacer aparecer (o desaparecer) variables abruptamente sin que tengas consciencia de ello, y puede que esto sólo un corrector te lo haga notar.
Bien, déjame saber en los comentarios si te ha sido de utilidad esta entrada.
Un abrazo.
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Manuel Guaman dice
Saludos desde Ecuador, gracias por su gran aporte, la verdad me siento identificado con este defecto al momento de redactar una o dos lineas, la misma que no me ha permitido avanzar por lo tanto e tenido que dejar, mi sueño es escribir relatos, sobre las historias que mi tía abuela me contó hace muchos años atrás, mejor dicho cuando yo era un niño.
Silvio Rodríguez Carrillo dice
Salud, Manuel
Muchas gracias por leer y comentar.
Escribir es como cualquier deporte, o como cualquier instrumento musical, sin un mínimo de disciplina es imposible llegar a ningún puerto.
Fíjate una meta mínima de 30 minutos diarios de escritura y, si te es posible, que sea una hora, y 6 días a la semana, si no 7.
Sólo ponte a escribir, que ya después habrás de revisar y corregir. Pero ahora, sólo ponte a escribir.
Un abrazo, y que estés bien.
Manuel Guaman dice
Saludos desde Ecuador, gracias por su gran aporte, la verdad me siento identificado con este defecto al momento de redactar una o dos lineas, la misma que no me ha permitido avanzar por lo tanto e tenido que dejar, mi sueño es escribir relatos, sobre las historias que mi tía abuela me contó hace muchos años atrás, mejor dicho cuando yo era un niño.
Jc Camacho dice
Gracias por tu aporte Silvio. Es bueno encontrar esta especie de diálogo sobre obstáculos que nos podemos encontrar los escritores. Esto me ha servido para entender que no todos los posibles problemas de no escribir tienen que ver con un bloqueo creativo. La creatividad tiene un gran componente de organización y si nos organizamos mejor podemos lograr cambios en nuestro hábito de escritura.
Encontré un error de redacción en la sección de Como encarar la escritura de un libro. En el primer párrafo hablas de la no ficción y en el segundo de la ficción pero en el segundo también pusiste «si lo tuyo es no ficción».
Seguimos en contacto,
un abrazo.
Silvio M. Rodríguez C. dice
Salud, Jc
Habemos de todo, sin duda. Conozco a escritores a los que no les pasa por la cabeza sentarse a tal hora todos los días a escribir, ni menos bosquejar por dónde irán, pero cuando se ponen a escribir son buenísimos. Del otro lado, conozco a los que todos los días escriben por lo menos una página o un poema. En fin. Como suelo decir, cada uno tiene su ritmo y la cuestión es encontrar ese ritmo íntimo que a cada cual le funciona.
Sí, tienes razón, por lo visto quería negarme a algo y se me quedó ese “no”, si vamos a Jung (juaasss). Te agradezco un montón que me lo hayas marcado, que así lo pude corregir.
Ahí la seguimos, otro abrazo para ti, y de nuevo, gracias.