El Líbano es una democracia parlamentaria en donde el gobierno se enmarca dentro de un marco confesionalista. Esto es, dado el equilibrio del poder de la población en cuanto a su culto religioso, se busca que todas las mayorías estén representadas más o menos equitativamente. Así, la ley establece que el Presidente de la República sea un cristiano maronita (independiente del partido al que represente), el Primer Ministro sea un musulmán suní, y el Presidente de la Asamblea de Representantes sea un musulmán Chií. La Constitución de 1926, tuvo variaciones con el Acuerdo de Taif de 1989, pero es la vigente.
Curiosamente, aun cuando por su Constitución el Líbano es un Estado políticamente inclusivo, y habiendo estado en la cima financiera de Oriente Próximo, no pudo evitar una sangrienta guerra civil que duró desde 1975 hasta 1990. La OLP, había comenzado a conformar milicias armadas con la finalidad de realizar ataques a Israel, y estas milicias comenzaron a tener roces con el ejército regular libanés. Los conflictos fueron incrementándose a tal punto que los cristianos, como otros ciudadanos miembros de agrupaciones políticas y religiosas también comenzaron a formar sur propias milicias a fin de responder a cualquier ataque de los refugiados palestinos.
Que la guerra civil se haya extendido por tantos años sólo se explica por la cantidad de facciones implicadas y porque ninguna de ellas tuvo nunca un poderío militar notoriamente superior sobre el otro. En 1971 había un cruce tal entre palestinos, izquierdistas, derechistas, cristianos y nacionalistas, que hizo que el Líbano pida ayuda a la Liga Árabe. Como resultado, ingresó al país la Fuerza Árabe de Disuasión, que en realidad era una fuerza militar constituida mayoritariamente por miembros del ejército sirio. En el terreno, el ejército sirio, aunque musulmán, apoyó al gobierno libanés que por entonces estaba controlado por cristianos.
Para 1982, tras el intento de asesinato a Shlomo Argov —embajador de Israel en el Reino Unido— por el grupo de Abu Nidal, Israel realiza una invasión desde el sur del Líbano llegando hasta Beirut, derrotando a su paso tanto a las fuerzas palestinas como a la de sus aliados izquierdistas y sirios. Israel había mancomunado esfuerzos con el Ejército del Sur del Líbano (ESL), cuestión que volcó a los sirios del lado de los musulmanes. En septiembre de ese año, en Sabra y Chatila, unos 3.500 refugiados palestinos fueron ejecutados por la Falange Libanesa bajo la anuencia del ejército israelí.
En 1983 Hezbolá ganó protagonismo con ataques que involucraban al ESL y al ejército de Israel, originando la operación Rendición de Cuentas (tras la muerte de siete soldados israelíes). En el conflicto tuvo que mediar USA y el compromiso fue de que Hezbolá no atacaría el Norte de Israel. Sin embargo, en 1996, varios israelíes fueron asesinados en la frontera norte del país dando inicio a la operación Uvas de la Ira, que desembocó en un nuevo ataque a Beirut. Esta vez las hostilidades cesaron con la formación de un Grupo de Vigilancia integrado por USA, Francia, Siria, Líbano e Israel.
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