Consideremos que «el ataque» inicial consistió en realidad en varios idas y vueltas. Es decir, la fuerza aérea israelí iba hasta sus objetivos, bombardeaba, volvía, cargaba combustible, checaba estado del piloto y máquina, y volvía a partir. Esto muestra un nivel de entrenamiento muy por encima de sus rivales, que refleja la trayectoria de quiénes estaban en los mandos superiores. Ezer Weizman, que fue uno de los que ideó la «Operación Foco«, por ejemplo, a los 18 años estuvo en la Real Fuerza Aérea Británica, también hizo cancha en Egipto y en la India. Ese «roce» con el extranjero marca diferencia.
Este muy diferente nivel de instrucción quizá fue lo que determinó que «la voz de los árabes» declare un estado de cosas no minimizado, sino completamente contrario a la realidad. La terrible consecuencia de mal informar al pueblo egipcio a través de la radio, fue que tanto los jordanos como los sirios se apoyaran en tales declaraciones para, en parte, disponer sus acciones. Más terrible todavía si pensamos que esa guerra pudo evitarse, quizás, si algunas de las declaraciones de Nasser no hubiesen sido pronunciadas. Como sea, para el tercer día, los paracaidistas de «Mota» ya habían ocupado la Ciudad Vieja.
Hafez al Assad, entonces Ministro de Defensa, antes de la guerra había declarado «El Ejército sirio, con el dedo en el gatillo, está unido. Creo que ha llegado el momento de comenzar una batalla de aniquilación«. De manera que no es de extrañar que cuando el cuarto día, el 8 de Junio, se propuso la tregua, Egipto la aceptara, pero Siria no. El ejército sirio bombardeó a los israelíes en el Valle de Jule, zona de civiles, intentando su propia estrategia. La noche del 9 de Junio, Israel prácticamente destruyó la Fuerza Aérea Siria, para luego tomar los Altos del Golán.
Extrañamente, muy extrañamente, aunque geográficamente los Altos del Golán pudieron significar una ventaja, lo cierto es que las fuerzas sirias no se aprovecharon de tal situación y las brigadas israelíes se hicieron con el territorio, avanzando incluso hasta Quneitra, con Damasco a tiro de piedra. Fue entonces, el día 6, el 10 de Junio, que se hizo el alto el fuego. Y es que Siria, territorialmente, constituía —y sigue constituyendo— una geografía fundamental para los intereses de de la Unión Soviética, y aquel avance, por parte de un estado agresor, daba pie para ejercer su rol de aliado. «Presión diplomática«, titularon.
Al final, Israel había destruido el equipamiento militar de sus vecinos que, en todo caso, pudo ser el objetivo a lograr. Sin embargo, con los territorios obtenidos se marcó la diferencia entre un ejército enemigo y una población civil enemiga; entre ocupar un territorio vacío, sin gente, y ocupar y hacer gobierno en un lugar donde habita gente opuesta a ese gobierno. Por su parte, la «República Árabe Unida» pudo entender —como ahora quizás entiende Arabia Saudita con Yemen—, que ningún equipamiento es efectivo si no va acompañado de entrenamiento… Justamente, ¿quién «proveyó» el armamento, cuánto dinero se movió entonces?
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