Me sería más fácil escribirte si te tuviera enfrente, como si fueses una modelo y yo un pintor, pero con la sutil diferencia de que mirándote intentaría plasmar no lo que veo, sino lo que siento, ese retrato que a lo mejor vos no podés ver cuando te mirás al espejo, pero que yo puedo percibir sin que mi mano alcance a la tuya. Volviendo a las conexiones, y sí, en lo normal te juega en contra demostrar ansiedad, interés, cosas así, pero creo que en los verdaderos juegos y, sobre todo si va de asedio, vale también demostrar que se está decidido.
cuando llega la hora
en la que el remolino de mis ansias granates
atropella danzando el saber que no lates
como niña que llora
y te vuelves lectora
que presencia lejana estos crueles combates
en donde no consigo que con tu voz rescates
mi sangre soñadora
es cuando me comprendo solitario
y sin embargo pleno de querencia
como una mano calma que curtida te aguarda
más allá de cualquier burdo contrario
más bien cerca de toda tu experiencia
que me sabe de carne y que ignora qué guarda
Joss dice
Volé….
Silvio M. Rodríguez C. dice
😉