Siempre en la furia cierta de su impúdica manera de olvidar roturas sólidas, siempre a tiro de piedra para estólidas bocas cantando sal y herida lúdica. Como si no supiese del error ni de la fantasía del acierto, como si en esta vida ningún muerto le hubiera referido un grave horror. Todo para privarnos de […]
soneto endecasílabo consonante
Ritmo N-4
Corduras
Odiarte afirmará mi voz aullante que dictaminará con negros versos la sed a recorrer desde perversos gestos que te sabrán a luz flagrante. A cada paso cruel mi lacerante razón te clavará verbos diversos llevándote a mis labios siempre adversos donde espera la muerte fulgurante. Y si acaso le temes a la parca es mejor […]
Narciso – N2
Estalla en mil doscientas partes, cierto y no te va tender su puta mano sin antes confirmar que aún anciano podrás cargar el peso de lo muerto. Mirá que viene solo y es experto en eso de la concha y lo del ano, que sabe del apriete de lo vano y de cómo al final […]
Como sombras de Dios
El sonido del aire —acurrucado en su memoria tibia—, sin presente, murmura sus secretos a mi mente, al futuro que escribo sin pasado. Yo me aterro tranquilo, descuidado gozando cada nota suficiente, del ritmo siendo sed junto a su fuente, como un apóstol joven, o un soldado. Todo en mí va vibrando, diez mil diablos […]
Navegaba los ríos más oscuros
Medio loco, quizás, en mi exigencia solo yo me alcanzaba en el aliento; todo en mí era un brutal entrenamiento en la difícil lid de la paciencia. Paso a paso, con garra y persistencia aprendí a capturar cada momento, y a pescar con mi piel el pensamiento que se olvida de sí sin resistencia. Navegaba […]
No sé estar
No son tristes mis labios si te nombran ahora que no estás y mis cabellos no paren en tu mano esos destellos que al dolor y a la paz de vos asombran. No siento los pesares que me alfombran el teclado nocturno con los sellos de tu cintura breve y de tus vellos ganando los […]
Lo que no se pregunta
Si recuerdas el paso y cada peso de las mañanas solas, tanto juicio tachándome de loco, en ejercicio de ser siempre el jugado, el nunca ileso. Y repasas mi pulso, el modo impreso de agonía vencida, el sacrificio que escondo en mi virtud de grave vicio, cada gota de sangre que profeso. ¿Comprenderías, ebria de […]
