En cuanto a sus finanzas públicas, Francia gasta más de lo que recauda y desde hace décadas. Sin embargo, desde el 2009, cuando su déficit público fue de 139 mil millones de euros, la cosa fue mejorando año tras año, hasta cerrar el 2017 con un déficit de 59 mil millones de euros.
De todos modos, con una población de 67 millones de habitantes, y una deuda pública de 2.200.000 millones de euros, Francia es uno de los países más endeudados del mundo. La deuda pública de Francia representa el 97% de su PIB, lo cual, respecto de su población significa que cada ciudadano francés tiene una deuda personal de 33.166 euros.
Si a este nivel de endeudamiento le agregamos una tasa de desempleo del 9,2%, se comprenderá que el país galo no pasa por su mejor momento para incentivar la migración.
Ahora, tanto las políticas económicas como migratorias no tienen peso a largo plazo cuando sólo se trata de restricciones a nivel de frontera. Históricamente eso nunca funcionó, y menos todavía para evitar un ataque terrorista.
Al 2016, Francia había empleado 50.400 millones de euros en gastos de defensa, rubro incluido en su endeudamiento. ¿Cuánto de este dinero ha servido, o sirve, para que los ciudadanos de países como Siria e Irak, por ejemplo, piensen de manera positiva respecto de Francia?
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