2.6 La dispersión y el temor a la página en blanco
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La dispersión es otra de las excusas que puede llegar a tener varios rostros, aunque el más común va por un «tengo tantas ideas que no puedo concentrarme en ninguna». Frases como esta significan, al menos en lo normal, falta de foco, es decir, la dispersión no es más que falta de atención. Es por esto que de la primera traba mental que me ocupé fue de aquella de «no tengo tiempo», fundamentando en ese título la importancia de practicar una rutina en la cual se incluya al menos unos minutos de meditación, porque la meditación tiene un efecto colateral contra dispersiones.
Verás, cuando meditas, primero tomas consciencia de tu respiración, y luego, vas percibiendo más realidades acerca de ti. Vas atendiendo si tu respiración se agita, si se calma, si sientes incomodidad, si sientes placer, es decir, de una manera natural vas prestando atención a una sola cosa. Con algo de práctica, lograrás extrapolar ese nivel de atención que tienes mientras meditas a cualquier otro ámbito de tu realidad. Si además tienes un horario determinado y un espacio físico concreto destinado a escribir tu libro, es seguro que en unos pocos días tengas la capacidad de enfocarte concienzudamente en cualquier tema sin que caigas en dispersiones.
Pero veamos, en un principio te diría que tener varias, muchas, un millón de ideas, pudiera ser incluso saludable. Lo que debes hacer, apoyándote en la rutina que ya tienes proyectada, es destinar ese tiempo que vas a dedicar en un futuro al desarrollo de tu libro, primeramente a la preparación del borrador del índice de tu libro. Puedes utilizar un cuaderno tipo diario, hojas sueltas, lo que mejor te parezca, el asunto es ir anotando todos los temas que se te ocurran y que quisieras tratar en tu libro. Del mismo, modo te servirá anotar aquellos temas que no quieres tratarlos o que no crees convenientes.
Si le dedicas 40 a 50 minutos a esta práctica, estoy seguro de que en 5 días tendrás una idea bastante acabada de por dónde habrá de ir tu libro. Ten en cuenta, sin embargo, que sin disciplina diaria difícilmente concretarás nada. Es la disciplina diaria la que hará que el hábito de la distracción sea reemplazado por el de la atención. Siéntate a escribir los títulos del índice de tu libro, y mientras lo haces toma conciencia de que lo estás haciendo, ubícate en el aquí y ahora. Al cabo de unos días no sólo tendrás los temas, sino también algunos subtemas.
Considera también que ese tiempo dedicado a tu libro no debe ser un limitante, es decir, más allá de que escribas de 06:00 a 06:50, es muy posible que se te ocurra alguna idea a cualquier otra hora. Por esto, ten siempre a mano alguna manera de registrar estas ideas. En mi caso, utilizo el correo electrónico desde mi móvil. Por ejemplo, si mientras estoy realizando mi caminata diaria me surge la idea de desarrollar el tema de la «dispersión», me envío un E-mail con el «Asunto: Dispersión», y listo, ya cuando me siente a trabajar recibiré y procesaré debidamente ese mensajerecordatorio.
Pero ojo, tampoco es una cuestión de convertir en un hábito tóxico el anotar ideas para tu libro. Debes poner un límite temporal, primero, y numérico después. Por darte un ejemplo, dedícale dos días a tu «tormenta de ideas», y los siguientes dos días a escoger y desestimar cuáles serán los que habrás de desarrollar. En el quinto día comienza a desarrollar el tema que crees te será menos dificultoso. En el sexto, y ni qué decir el séptimo, ya comenzarás a sentir tu propio ritmo. La dispersión se acaba cuando comienzas a trabajar realmente sobre el papel, o sobre el teclado y el monitor. Depende de ti.
P.D.
Sitios que pudieran serte de utilidad:
Notas adhesivas online Lucidchart
Mapas mentales – GoConqr
Mapas mentales en línea – Mindmeister
2.7 El temor a la página en blanco
Otra de las barreras mentales con la que suelen excusarse algunos autores es la de «la página en blanco». Sin embargo, esto suele ser común en autores literarios que escriben más por hobby que por oficio, más por darse el gusto que por lograr objetivos, y ocurre cuando se quedan sin inspiración y no saben qué plasmar sobre esa página en blanco. Créeme, todos los casos que he presenciado de este fenómeno se trataron de aficionados sin disciplina, sin ritmo. Y ya estás viendo cómo insisto en el tema de la rutina, y supongo que entendiendo por qué lo hago.
Pero hablemos un poco más de los escritores literarios, mencionando aquí que pueden dividirse en escritores de brújula y escritores de mapa, siempre que hablemos de prosa, ya sea cuento o novela. Para entender este concepto pensemos en un escritor que tiene un chispazo y sin demora alguna responde a ese chispazo poniéndose a escribir sobre esa idea que ha tenido. Y pensemos en aquel que teniendo similar chispazo anota esa idea, piensa en una trama, imagina a los personajes, las secuencias de la historia e incluso cómo habrá de terminarla. Como ves, son un tanto sencillas, como enormes, las diferencias.
Escritor de mapa
Un escritor de mapa antes de ponerse a escribir prepara el mapa del territorio sobre el cual habrá de avanzar. Determina quiénes y cómo serán los personajes, cuál será el viaje del héroe, qué peligros enfrentarán los protagonistas, qué transformaciones vivirán durante la travesía, y cuál será el resultado final para todos los implicados en la historia. Obviamente pueden surgir situaciones imprevistas, aspectos del territorio que no estaban en el mapa original, pero que son sencillos como emocionantes incorporarlos porque el escritor sabe en dónde está y no teme perderse. Un escritor de no ficción, normalmente, es un escritor de mapa.
Escritor de brújula
Un escritor de brújula responde al chispazo sin pensarlo mucho, y entonces… hay una manifestación en la plaza central de Beirut, suena un disparo y cae herido un estudiante. La multitud se enardece y ataca a la policía, la cual responde lanzando gases y disparando balas de goma. En la huida, dos jóvenes universitarios se refugian en un bar, dándose el inicio de una amistad que… Bueno, ya veremos mañana cómo sigue la historia. Este es el escritor de brújula, el que utiliza su inspiración como brújula para que su historia avance, sin atenerse a un plan o mapa preestablecido.
El bloqueo del escritor
Aprovecharé que estamos hablando de escritores para referirme a lo que llaman «el bloqueo del escritor».
¿Qué hace que un escritor no escriba porque se siente bloqueado? Pues, al menos para mis ojos, es muy sencillo, al menos si consideramos a los escritores de brújula y a los de mapa, o sea:
• si tenemos a un escritor que llega a una encrucijada de la que no sabe cómo salir, a un punto de conflicto que no sabe cómo resolver,
• o si estamos frente a un escritor que sabe cuál es el tema que debe desarrollar, cómo debe hacerlo y que, sin embargo, no escribe.
En el primer caso se trata de un «bloqueo argumental», por llamarlo de alguna manera. Y esto se resuelve desandando la historia, repasando las secuencias que desembocaron en la encrucijada. Al retroceder en la trama es que se puede detectar dónde se puede realizar un cambio que evite la encrucijada a la que se ha llegado y que la desvíe hacia otra cuya resolución es más factible. Se trata de volcar en el argumento lo mismo que hacemos cuando nos preguntamos ¿cómo llegamos a esta situación? Así, en lugar de «cambiar el final del cuento», va de cambiar algunas escenas anteriores.
Respecto del que tiene establecido por dónde ir y no lo hace, pues se trata de ponerse a hacerlo, nada más. Este «bloqueo emocional», por así decirlo, lo sufren aquellos escritores que no tienen ritmo, aquellos que escriben un día sí, y otro día no, o los que escriben sólo los sábados y sin un horario definido. Por esto es fundamental aferrarse a una rutina. Así como tienes una rutina para tu aseo diario, que la ejecutas sin siquiera pensarlo, así debe ser la escritura, un acto diario en donde no te cuestionas nada que no sea avanzar con tu libro.
En conclusión, si tienes dentro de tu agenda diaria un espacio destinado exclusivamente a la elaboración de tu libro, si en ese horario has establecido el borrador y la estructura final del mismo, y si esa estructura estará sustentada con tus conocimientos sin que tengas que inventar nada, pues es imposible que pases por el «temor a la página en blanco» o por «el bloqueo del escritor». Entonces, si todavía no has empezado –ya te estarías tardando–, comienza hoy, máximo mañana, a poner en práctica tu rutina de escritura. Por mi parte, te prepararé unos números que te aportarán foco.
PD. El texto que has leído se compone de unas 1.500 palabras, aproximadamente, me llevó menos de una hora escribirlo, y a ti debería llevarte leerlo menos de 10 minutos. Ten en cuenta estas «cifras».
Abraham dice
Es increíble todo lo que he aprendido en tan corto tiempo, Silvio.
No quisiera abusar de ti, pero una consulta, tienes alguna página o algún enlace en donde pueda ver un poco más sobre lo que mencionas de meditación?
Gracias.
Silvio Rodríguez Carrillo dice
Salud, Abraham, en realidad eso es un tanto personal, íntimo.
Pero de todos modos date una vuelta por la página de Ivan Donalson: https://www.youtube.com/@IvanDonalson
Muchos de sus vídeo/audios a mí me resultaron pero que muy buenos.
Un abrazo.
Ricardo dice
Todo muy bien explicado.me pareció fenomenal… Ya quiero comenzar a escribir mi libro.
Silvio Rodríguez Carrillo dice
Salud, Ricardo, muchas gracias por escribir.
Pues te pondré ejemplo muy claro, y ya tú decidirás qué hacer al respecto. Supón que tú estás en un aula, HOY. En el aula, además de ti, hay otras 9 personas, o sea, son 10. Los 10 tienen el deseo de escribir un libro. ¿Me sigues?
Entra el instructor y dice: «Los que tengan la intención de escribir un libro pueden comenzar a hacerlo ahora».
De los 10, ¿cuántos crees que comenzarán a hacerlo? Yo creo que, como mucho, uno solo.
Sé tú el que empiece hoy mismo.
Porque, ¿sabes? De cada 10 personas que quieren escribir un libro, sólo una termina haciéndolo, si acaso lo hace.
Se trata de hacer.
Silvio Rodríguez Carrillo dice
Gracias, Daniel
Diste con la palabra clave: «hábitos», es cuestión de desechar los dañinos y comenzar a fomentar los benignos. Sin prisas, sin pausas.
Un abrazo.
Daniel dice
Super útil, muy revelador en cuanto a malos hábitos y en verdad motivante a tomar las riendas de la escritura, formando una rutina que me ayude al término de la escritura. Muchas gracias!!