El HNA Group Co., Ltd., es una compañía privada que tiene que ver con varios nichos de negocios, como la industria de la aviación, los bienes raíces, los servicios financieros, el turismo, la logística y unas cuantas realidades más. Este grupo empresarial es de origen chino, y ello explica que pueda ser el propietario de una buena parte del capital accionario de Hainan Airlines, o Grand China Air, una de las más grandes compañías aéreas de China. Del otro lado del planeta, HNA es propietario del 25% de las acciones del Hilton Worldwide, una red hotelera con presencia en 105 países.
Con un nivel de facturación que ronda los 53 mil millones de dólares al año (2017), y una fuerza laboral, a nivel planeta, de 400 mil trabajadores, podemos imaginarnos de que la directiva de tamaño grupo empresarial debe estar compuesta por gente de primer nivel en cuanto a lo académico primero, y en cuanto a relaciones después. Y efectivamente, el presidente, Wang Jian, es un graduado de la Universidad de Aviación Civil de China, con un Master en Administración de Empresas de la Escuela de Aministración de Maastricht, Países Bajos.
Según Forbes, este señor, Wang Jian, de tan solo 57 años poseía una fortuna de 1,7 billones de dólares, a noviembre del 2017, y habría sido uno de los mayores responsables de la gran expansión del grupo HNA. Lastimosamente, para el grupo empresarial y sus allegados, el presidente de la compañía falleció el pasado 03 de julio, en la región de Provenza, durante un viaje de negocios que estaba realizando por Francia. El obituario del HNA Group dice en una parte “lamentamos la pérdida de un líder excepcionalmente talentoso y un modelo a seguir, cuya visión y valores continuarán siendo un faro para todos los que tuvieron la buena fortuna de conocerlo“.
Te preguntarás a dónde voy con todo esto ¿no? Pues a ¿y cómo murió Wan Jian? ¿De un ataque al corazón? ¿En un accidente de tránsito? Pues no, resulta que este Master en Administración, que está al frente de un feroz grupo empresarial, en pleno viaje de negocios decide treparse a un muro para sacar una fotografía, con tan “mala suerte”, que el tipo se cae del muro y se mata. Según el South China Morning Post un policía dio la versión por teléfono, y el tío no quiso darse a conocer, luego, un coronel confirmó más o menos lo mismo.
Por supuesto que existen mil y un maneras de morir. Como también es cierto que nadie muere en la víspera. Pero hay noticias como estas que al menos para mí no cuajan, no cierran, no cuadran. Ya si me decís que el tío venía con problemas de alcoholismo y depresión, ahí vemos, pero si ese fuera el caso no iba a estar como presidente de la compañía. A esos niveles el ritmo es muy otro, las habilidades físicas y mentales se combinan como en un jugador de élite sólo que a nivel negocios. Pero no, se mata por sacar una foto.
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