No es fácil escribir
El arte exige disciplina: es muy cierto que todo artista tiene momentos de inspiración, arrebatos en donde las ideas se presentan y es preciso plasmarlas en ese instante, sin embargo, lo cierto es que para que esto se cumpla se necesita trabajar a diario. Veamos, tú crees que un guitarrista daría un buen concierto si practica sólo de vez en cuando, quizás sí, pero estaría lejísimos de ser notablemente bueno.
«Un escritor siempre escribe»: es la frase de cajón, y es cierta por dos razones, el escritor siempre tiene ganas de escribir, es una pulsión que la lleva dentro y por lo tanto a todos lados y todo el tiempo. Y además, un escritor sabe que si no escribe a diario perderá conexión con la trama que viene armando, ya sea ficción o no, y en lugar de afianzarse en su propia voz –cuestión que es un proceso que puede durar décadas– habrá de mantenerse dentro de los estándares en los que habitualmente escribe. Es decir, no va a mejorar.
La necesidad de un ritmo: como en toda actividad que se salga de lo «normal», para crecer, para ir a por más, en la escritura se precisa de un ritmo constante, que debería ser diario, o sea, hay que escribir todos los días. Para lograr esto lo ideal es tener siempre por lo menos un trabajo en curso, esto te asegura que tienes una tarea qué realizar. Y lo segundo es lo más sencillo, aunque también lo más complicado: el compromiso. El compromiso para contigo mismo es fundamental para adquirir una rutina escrituaria que te permita avanzar y consolidarte como escritor.
Si necesitas asesoramiento para posicionar tu libro y tu marca de escritor, estoy a tu disposición.
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®Silvio Rodríguez Carrillo
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