Si el gobierno se endeuda, o si incrementa su deuda (externa, o interna), esto no es algo bueno, ni algo malo en sí. Tenemos que tener en cuenta que un préstamo representa la posibilidad de tener un bien que no se puede pagar de una sola vez, o que de hacerlo, implicaría un desequilibrio en nuestras finanzas. Este es el punto a tener en cuenta, qué es lo que se va a comprar que no se puede pagar de una vez, o que es mejor pagar a plazos para que no afecte nuestro flujo de dinero normal. Usemos ejemplos nivel micro.
La cosa suena bien si nuestro papá decide comprarse un auto, con el cual nos va a llevar al colegio y a las clases de música, pues dejaremos de usar taxis y colectivos, con lo que ahorraremos esos pasajes, evitaremos exponernos a cierto tipo de peligros en las veredas, y ganaremos tiempo. Aquí hay que ver cuánto tiempo de vida útil tiene el auto, y cuánto se espera gastar en mantenerlo y por usarlo. Así, tenemos el costo de mantenimiento, el de funcionamiento, y el costo del préstamo. Todo esto podemos ponerlo en cuotas y listo, ya tenés cuánto te cuesta.
Una vez que sabés cuánto te va a durar el bien, y cuánto te cuesta, ves si podés pagarlo, si te conviene, y todo lo demás. Se supone que, cuando un gobierno se endeuda, hizo un super maravilloso análisis y decidió que endeudarse era lo mejor. Acordate que el gobierno te representa, es decir, nadie le obligó a un ministro a estar ahí, o a firmar por un préstamo, no. Vos, tus compañeros, tus amigos, tus vecinos, todos ustedes juntos fueron quienes facultaron al gobierno a tomar préstamos. El gobierno paga los préstamos con tu dinero, con los impuestos que pagás periódicamente.
Ahora, ¿qué pasa si el auto que compró papá y que debía durar 15 años, a los 3 años comienza a fallar? ¿qué pasa si el auto, en lugar de 15 años, finalmente sólo dura 6 años y luego hay que tirarlo? El préstamo sigue, pero el bien ya no está. Más todavía, vas a tener que volver a pagar taxi y colectivo. Esta es una. La otra, ¿qué pasa si ese auto que compró papá por 50.000,oo, ese mismo modelo marca y año, en otro lado cuesta 20.000,oo? Y tu papá no puede salir a decir «yo no sabía».
A vos no te afecta en tanto no pagués las cuotas. Pero, si tu viejo se raja a Indonesia y el auto está a tu nombre, la deuda la vas a tener que seguir pagando vos. Esto es lo que pasa con la deuda, la firma el gobierno (Estado) de turno, pero está a nombre del pueblo (Nación), de manera que son los contribuyentes los que pagan los préstamos. Entonces, cada vez que pagás impuestos, vos estás pagando, en parte, un préstamo que se hizo para comprar algo que… seguramente no tenés idea de cuánto costó ni cuanto tendría que durar.
p.d.
Como te dije, la deuda, per se, no es ni buena, ni mala, aunque la misma represente 50 o 360 cuotas. El punto pasa por si cumple o no cumple con la función para la que fue tomada, y si fue honradamente articulada.
Muy buen análisis! Pero en tema de deudas siempre alguien gana y alguien pierde, verdad?
En principio, no. Lo normal es que ambas partes ganen. El crédito, el préstamo, es la figura por la cual podrías tener hoy lo que difícilmente tendrías dentro de 15 o 20 años.
Por ejemplo, si comprás una casa, y la pagás en cuotas, dentro de 20 años es tuya. El banco ganó los intereses, y vos te quedaste con la casa. La otra sería que durante 20 años ahorres esa cuota y esa casa esté a la venta.
Es decir, mientras se trate de «satisfacer» una necesidad no podría haber una pérdida.
p.d.
Recién ahora leo el comentario. En su momento debió estar desactivada la casilla de correo.
¡Abrazo!