Ficha del libro
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Título: El imaginario del vampiro en la narrativa venezolana
Autor: José Vicente Castillo
Editorial: Dualidad 101 217
ISBN: 978-1-67803-110-7
Nro. Páginas: 160
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El imaginario del vampiro en la literatura venezolana
por Silvio Rodríguez Carrillo
Con su novela “Crepúsculo” (2005), Stephenie Meyer, puso el tema del vampirismo nuevamente de moda, poco más de una década después del éxito alcanzado por la película “Entrevista con el vampiro” (1994), dirigida por Neil Jordan, y de “Drácula, de Bram Stoker” (1992), dirigida por Francis Ford Coppola. Con estos antecedentes de finales del siglo XX e inicios del XXI, cabe preguntarse qué hace que el vampirismo sea un tema que haya podido perdurar a lo largo del tiempo, a tal punto de que hoy día hasta la BBC y Netflix han elaborado una nueva versión de la novela de Stoker.
En este trabajo, el autor nos da cuenta de los orígenes del vampiro, que se encuentran en los tiempos míticos de culturas que, diferentes, guardaban semejanzas en el tratamiento de una variable fundamental: la sangre. En ese período surgieron los seres vampíricos de la Antigüedad –tan diversos como diversas son las raíces a las que pertenecen– como Lilit (posible unión entre la demonología babilónica y la judía), Lamia (Libia), o Empusa (de los romanos), que mucho después, ya en la Edad Media, fueron homogeneizándose y adaptándose a las condiciones sociales y culturales que fue imponiendo con su expansión la religión predominante.
La transición a la Modernidad implicó que el vampiro sea estudiado más a fondo, llevando a que algunos pensadores escribiesen sobre el mismo a fin de descartar lo posible de su realidad. Así, el vampiro se instaló en los medios escritos pasando de lo mítico a lo puramente literario, es decir, del relato mítico se arribó al vampiro pre-romántico, luego al vampiro del romanticismo, y finalmente al vampiro decimonónico, que con «El vampiro», de Polidori, y «Drácula», de Stoker, terminó de conformar una figura concreta dentro de la literatura, con sus propios signos característicos, que de acuerdo al autor son siete.
En el tercer capítulo, el autor analiza algunos textos importantes que en la literatura venezolana refieren al vampiro, «Tristán Cataletto», de Julio Calcaño; «El vampiro», de Antonio Reyes; «Metamorfosis», de Wilfredo Machado; «Knoche», de Israel Centeno; «Vampiros al sol», de María Teresa Fuenmayor Tovar; «Un vampiro en Maracaibo», de Norberto José Olivar; como también el mito de los Guaraunos «Un mosquito-hombre». El análisis establece las características de cada relato y su relación, cercana o distante, con las que son propias del vampiro de acuerdo a sus períodos históricos, marcando, además, aquellos aspectos que el lector debe considerar al encarar estas lecturas.
Este libro constituye un estudio de las principales características de uno de los personajes más emblemáticos tanto de la literatura como de un sinnúmero de manifestaciones artísticas: el vampiro. Y expone por qué tal fenómeno antes que ser algo temporal y pasajero, más bien es un tema recurrente, pues responde a un imaginario cuyo origen se funda en civilizaciones muy antiguas y cuya esencia ha ido evolucionando, modificándose en tanto las sociedades han ido cambiando. Como investigación, no sólo resulta instructiva, sino que representa un modelo a emular para quienes están pensando en un tema a desarrollar como tesis de grado.
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