Editorial tradicional vs. Autopublicación: lo cierto es que publicar a través de una editorial tradicional es muy difícil, de hecho, ni siquiera el 1% de los trabajos que reciben son revisados, es lo que hay. El modelo sigue funcionando, por supuesto, pero ha cambiado bastante. Además, de acuerdo a este sistema, al autor, al menos si es un desconocido, le tocará tan sólo un 7% o acaso un 8% de regalías sobre el precio de venta del libro.
La opción de los concursos: ganar un concurso puede ser un gran empujón, como en el caso del certamen anual que auspicia Amazon. Son varios autores los que luego de haber ganado este importante premio han sido contactados por diversas editoriales, y no solamente de habla hispana o anglo, sino incluso de la zona del Asia. Esto, debido a que ganar ese concurso implica un gran número de lectores, por lo que un mínimo de ventas está asegurado.
La autopublicación: hay muy buenos escritores, de prestigio, con trayectoria, y que luego de publicar apenas venden unos cuantos miles de ejemplares. También está el caso de autores que son muy buenos, que han autopublicado libros de gran calidad, pero que raramente han vendido la envidiable cifra de 500 ejemplares, que es la cifra a batir para cualquier autor novel. Sin embargo, con esta opción, así como todo el trabajo recae sobre el autor, también es el autor el que se puede quedar con hata el 70% de las regalías.
La realidad comercial de hoy día: nada ha cambiado demasiado, salvo en que la oferta de libros es abrumadora. Así que ya sea que apuestes por una editorial tradicional, o por la autopublicación, debes considerar el tratar en serio involucrarte en todo aquello que vaya más allá de solamente escribir.
Recuerda que una editorial, para existir como tal, necesita vender libros. Y si tú tienes una red de 50 mil seguidores, o una de 200, puede ser algo muy relevante, además del contenido de tu libro, claro 😉
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