1- El color
¿Quieres ver el color de un corazón?
Primero es matar el deseo,
– y todo es gris –
seguir viviendo entre sombras
lamiéndote las horas del día,
para morir en las noches despacio
con la cara enterrada en lo conocido.
Después es repetirlo todo
una y otra vez, endecasílabamente
sin querer, queriéndolo, enjuiciado
con la sencillez prístina de la incomprensión.
Y creer, todo el tiempo
que podría, que podrías
que alguien podría,
sacar del alma ese agujero de asco
que se refleja en los ojos.
No hay golpes que basten,
– nadie sabe bien golpear –
al que le pagan por ello es bipolar
y hoy entró en terapia.
Vale más que no llegue el día
en el que repitas lo que dicen
“era tan bueno, como lo echado a perder”.

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