Sufro
Como una alfombra de vidrios quebrados
extiendo frío mi pútrida historia,
a ver quién quiere llegar hasta mí
después de haber caminado mi ayer.
No llevo encima el cartel que reclama
«por el amor de algún dios, alguien sálveme»,
ni comprensión de remate me busco
menos la mano que meza mis ansias.
Voy condenado a vivir desde lejos
todas la cosas que marcan de cerca
el rostro inútil del rico que vive
en su burbuja de pedos gregarios,
porque parí cada herida brutal
que hoy son la cifra que escupe mi rostro.

realismo puro del Autor, gran proeza el referido al amor.
cuarteto de lindas linea escritas a Dualidad 101.
Muchas gracias, Carlos.
Un abrazo.