Recuerda tu branding
Branding es Internet: debes tener una página Web y, añadida a ella un blog. Tu página es algo así como tu tarjeta de presentación, da una idea de lo que se podría esperar de ti, desde la información de contacto hasta el enlace a la página de venta de tus libros, mientras que tu blog es la herramienta por la cual demuestras «en el terreno» tus habilidades tanto de comunicación como de escritor. Es decir, en tu blog demuestras que puedes escribir un artículo y contestar a quienes lo comentan más allá de que lo tuyo sea poesía.
Branding es redes sociales: por lo menos deberías manejar dos, y de entre todas yo te recomendaría LinkedIn por el nivel socioeconómico y cultural de sus usuarios, y luego Facebook simplemente porque es la más grande de todas. Ahora, el detalle es que cada red es diferente, por lo que el contenido habrá de ser diferente. En LinkedIn, por ejemplo, no es recomendable cartelitos con frases, y en Facebook, no suele resultar el tema de artículos que impliquen 3 o 4 minutos de lectura.
Branding es tiempo y dinero: ya sea que utilices WordPress, o Blogger, ya sea que utilices una plantilla o que un diseñador te confeccione una página a medida, siempre vas a estar oscilando entre las variables tiempo y dinero. Escribir un post es gratuito, pero el tiempo que te lleva hacerlo es irrecuperable.
Como ves, la construcción de una marca, aun cuando hoy en día tengamos a mano una infinidad de recursos gratuitos, no significa que todo será regalado. Es por esto que debes ser extremadamente riguroso con cada milisegundo, día a día, palabra a palabra, centavo por centavo.
Una parte fundamental del branding comienza por tener conciencia del valor de tu tiempo y de tu dinero.
Convierte tus lecturas en un libro exitoso
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®Silvio Rodríguez Carrillo
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