Por qué bandalizar
A lo largo de la historia todas las sociedades han sido expuestas a diferentes situaciones complicadas de sobrellevar, entre las que podemos mencionar el «gran incendio de Roma» que alrededor del 19 de julio del año 64 destruyó una parte importante de la ciudad, y que como consecuencia tuvo la persecución de los cristianos, a quienes entonces el emperador Nerón los había acusado como causantes del desastre. Y claro, otro excelente ejemplo es la pandemia que hemos vivido durante los últimos dos años, que implicó el encierro de muchas poblaciones, cuantiosas pérdidas humanas, y todo un cambio de logística para el mundo comercial.
Ahora, es importante tener en cuenta que la literatura nos ha advertido en varias ocasiones acerca de la posibilidad de que algunos eventos trágicos hayan sido decididos desde el Estado. Novelas como «1984», de George Orwell, «Un mundo feliz», de Aldous Huxley, y «Fahrenheit 451», de Ray Bradbury, son ejemplos de distopías en las que el gobierno desarrolla un control total sobre la población a través de diferentes métodos sin que los ciudadanos sean enteramente conscientes de esta manipulación.
Si vamos a un caso real, el Holodomor, también conocido como «Holocausto ucraniano», implicó la muerte de unos 1,5 millones de seres humanos entre 1932 y 1933, y existe una corriente que afirma que se trató de una decisión de parte de Satalin.
Hoy día, es innegable que todos los grandes medios de comunicación coinciden en el tema del «cambio climático», y en la necesidad de energías limpias. Sin embargo, aun cuando existen muchas alternativas posibles, y desde hace décadas, la verdad es que ningún gobierno se ha impuesto la tarea de desarrollar en serio una independencia de los combustibles tradicionales como el gas o el petróleo.
En este panorama, que unas personas intenten destruir algunas obras de arte implica no sólo un financiamiento del más alto nivel a nivel intelectual, sino también un grado de ignorancia por parte de los ejecutores, innegable para nadie que sepa un poco de historia, y ni qué decir para los entendidos en arte.
Así, muy posiblemente detrás del movimiento de bandalizar obras de arte no exista más que un deseo anónimo de medir cómo está la sensibilidad e inteligencia general del público, que, visto lo visto, en ocasiones ha sido incapaz de reacción alguna en el lugar de los hechos.
Pero, más allá de toda discusión, defender una postura desde la agresión gratuita, sin que medien argumentos y/o propuestas razonables fue, es y será de gente idiota.
Un buen análisis social que se ajusta a la realidad. Por aquí tenemos la guerra muy cerca y es inquietante.
Los libros que citas han sido libros de cabecera de mis hijos, en partticular 1984. Nunca te hablo de ellos: el mayor es profesor de Filosofía y el pequeño es guionista de cine (autor de El hoyo, que quizá te suene). Nunca se deja de ejercer de madre.
Salud, Juliana
Geográficamente por aquí estamos lejos de la guerra, pero a todos nos va afectando por el lado económico, cuando menos.
Son libros, a mi parecer, fundamentales para entender una parte de la geopolítica actual. La gente estupidizada por el móvil e incapaz de una lectura comprensiva (Fahrenheit 451), grandes poblaciones monitoreadas 24/7 y con posibilidad de ser sancionadas o premiadas de acuerdo a su conducta social (1984), y estados totalitarios que van entre las drogas, el escalafón social predeterminado y la ingeniería genética (Un mundo feliz).
Vaya carrera que eligieron tus cachorros, ¿eh? No me suena la peli, es esta: https://es.wikipedia.org/wiki/El_hoyo_(pel%C3%ADcula)
Un abrazo, maestraza.