El espejo
Le golpea en soledad
ver a un ser en la tormenta
que salvando su pellejo
también salva alguna pena.
Se conoce la ilusión
que nutriendo toda espera
colorea el vientre lleno
de una niña en su belleza.
Del silencio de los dos
se sustrae en una meta
que le libre de explicar
el sentir de su existencia,
que le fija en decepción
o en la sed no satisfecha
su girar por tantos días
con acciones imperfectas.
Sin testigos se sostiene
y el espejo le incrementa
la presión sobre los hombros
que le impulsa y le proyecta
a pensar en las palabras
que le sanan y le enferman
obligándolo a captar
lo que importa en lo que fuera.
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