El error
Esto que veo
no es musgo fértil
son centenas de órbitas de ojos errados
puestas en la escalera del absurdo
recibiendo el paso embotado de un aspirante.
Esto que siento
es la insania de la fragilidad en plena danza,
el día más frío de la razón sin ningún sobretodo
que no sea el que guarda en los bolsillos gusanos
a donde van los dedos que buscan evitar el granizo.
Este paraje
lejos de la ermita donde nadie falla
–porque todos están en uno–
se yergue en juicio para los que de él carecen
en un grito que me dan todos los ahogados.
Esto que soy
hueso roto, corazón amado por holocaustos
carne cruda palpitando un credo decible y
horriblemente incierto.
Constituyen el error y la certeza
que prodigo generoso y triste.
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