Ejercicio 6 – «La malcontenta»
Venía con un fardo de problemas
entre sus ojos rotos y sus manos,
algunos tan volcados a la pena
que te arrasaban dentro cual tornado.
Fiera distante, lúcida sospecha
de un destino brutal con mil fracasos,
se dejaba querer como ramera
pobre, que sólo sabe de reclamos.
Se fue perdiendo en sí, dejó la dicha
al costado más sucio de la historia
hasta volverse daño entre la brisa,
un dolor que en el antes fue de novia
y que mutó sin pausa hasta volverse
canto de viuda sola bajo el puente.
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