Calma relativa sobre Taiwán
Desde Taiwán: la isla tiene como inconveniente, además de su inexperiencia en conflictos bélicos, un escaso presupuesto de defensa, por lo que al menos en el corto y mediano plazo le será prácticamente imposible poseer de manera operativa una serie de armamentos que le puedan servir de fuerza disuasiva frente a China.
Por otra parte, el apoyo que está teniendo Taiwán de los aliados de EUA es llamativo, sobre todo por parte de Australia y Japón, y aunque en menor escala, también de Filipinas y Corea del Sur. Obviamente se trata de una estrategia de EUA a fin de presionar a Beiging.
Las próximas elecciones presidenciales de Taiwán son en Enero de 2024, y en ese escenario, si William Lai, actual vicepresidente, habiéndose declarado «trabajador de la independencia de Taiwán» se postula para la presidencia y sale victorioso, podría significar para China la llegada a la línea roja.
Desde China: Xi, elegido por tercera vez como secretario general del partido, es decir, siendo más poderoso que nunca, en el último congreso se ha referido a la cuestión de Taiwán en términos de «reunificación pacífica».
Por otra parte, Xi también afirmó que el Ejército Popular de Liberación debe alcanzar los «estándares de clase mundial» en el año 2027, con lo cual se puede desprender que las capacidades bélicas no estarían preparadas para una invasión a la isla. Al respecto, una invasión implicaría un desembarco anfibio, una cuestión por demás difícil.
Desde EUA: Biden representa a los demócratas, que siguen en la línea que marcara en su momento Obama, y que hubiera querido seguir Hilary Clinton, de aquí que no resulte extraño que en varias ocasiones el actual presidente de EUA hay expresado que en caso de una invasión a Taiwán estaría dispuesto a utilizar la fuerza como respuesta.
Sin embargo, en la cumbre del G-20 Biden dijo: «No creo que haya ningún intento inminente por parte de China de invadir Taiwán», como poniendo paños fríos sobre sus últimas declaraciones.
En definitiva, las predicciones respecto de una invasión para el 2023 o 2024, parecen, al menos de momento, no tener fundamento.
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