A veces, y por sentirme,
realizo sobre los días
mis potentes fantasías
tornando lo blando en firme.
Para ello, evito mentirme,
sostengo mi fe sonriente
agradecido y ardiente
del poder de cada verbo
que hago vibrar no por siervo,
sino por ser suficiente.
Mantenerse es lo que cuesta
sostenerse en una cima
que la gente desestima,
ser de uno mismo la apuesta.
Pues así se manifiesta
la voluntad, esas ganas
que duran más que mañanas
y noches, tiempos sencillos
que no pesan por sus brillos,
que suman por restar canas.
Y me sigo desde lejos
midiéndome la estatura,
a mi mirada su anchura
y a lo que digo sus ecos.
Quizás tenga versos chuecos
todo es posible, mas mira
cada nota de mi lira
cada silencio tranquilo
lo escribí sin té de tilo
con mi pasado en la pira.
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