Trapear, barrer, repasar, cocinar, lavar los cubiertos, ordenar los cuartos, etc., son algunas de las denominadas tareas del hogar y que usualmente las realizan las «amas de casa». No es raro el sector de la población que mantiene el tradicional régimen del hombre trabajando fuera de la casa y la mujer en la casa, lo que da pie a que la mujer, en algún punto marque que lo suyo también es un trabajo y que, aunque no esté remunerado, de todos modos sigue siendo un trabajo, y además pesado y cansador, lo cual es completamente cierto. Vaya que lo sabré yo.
Pero, el detalle que hay que tener en cuenta es el siguiente, ese «trabajo no remunerado», pesado y cansador, en realidad no genera riqueza. Esto es, por más que barrás y repasés a la perfección la sala, por más que los cubiertos brillen y las camas estén tendidas a la perfección, nada de eso hará que se pague tu cuenta de electricidad, ni que tengas un kilo de azúcar en tu despensa. Y es que el resultado de ese trabajo no es un bien que se pueda negociar en algún mercado. No sale una papa de un piso barrido y repasado.
Ojo, yo no estoy diciendo que tal trabajo sea inútil, o que no sea necesario, pero sí estoy marcando que no genera riqueza para quien lo hace en su propia casa y para sí mismo. Si yo lavo mis cubiertos, y me pago de mi bolsillo a mí mismo un dólar, no soy un dólar más rico. Pero, si voy a otra casa y por lavar los cubiertos sucios de esa casa me pagan un dólar, entonces sí soy un dólar más rico. Entonces, no importa cuanta ropa sucia tenga que lavar, no me haré rico lavando mi propia ropa, ¿correcto?
Ahora, pasa lo mismo con buena parte del sector público: no genera riqueza. Después de un mes de funciones de la policía, ¿es más rico un país? Después de 20 años de «trabajo» del ejército, ¿cuánto más rico es un país? ¿Cada vez que millares de funcionarios públicos cobran su sueldo, cuánto más rico es un país? Si el sector público no genera riqueza, ¿de dónde se sustenta? Pues claro, del sector privado, es decir, de nuestro bolsillo. Y entonces lo básico, crítico, fundamental, ¿por qué pagarle a alguien que no genera riqueza por hacer algo que podrías hacer vos mismo?
Que podrías hacer vos mismo… Es más fácil pagarle a un senador que le paga a un policía que le paga a un ladrón para que no te orine en la cara, que entrenar tu cerebro, tus músculos, y tus huevos o tus ovarios para ser el que además de generar riqueza, la distribuya, como «el sembrador», tirando semillas donde haya suelo, pero sabiendo exactamente qué está haciendo. No se trata de trabajar afuera, o en la casa, sino de a quiénes le estamos otorgando la riqueza que generamos, de quiénes se quedan con nuestro dinero, de boludos alegres que somos.
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