Excelente «primer paso». Pero, así como es de aplaudir que Mohamed bin Salman permita que las mujeres manejen vehículos, puedan asistir a estadios de fútbol e incluso ir al cine, no hay que olvidar que admitir que hubo un crimen es sólo el primer paso.
En tanto que hubo un crimen, pues hubo un daño, y entonces es necesaria una reparación de ese daño. Esto quiere decir que no basta con un «lo siento mucho, por favor, perdóname», no. La entidad liderada por Jorge Bergoglio tiene un presupuesto de millones de dólares al año destinados a tratar a sus sacerdotes pederastas, por lo que el tratamiento de este asunto pasa por tres aspectos:
1. El tratamiento según la ley civil de todos los sacerdotes implicados en los casos de abusos sexuales.
2. El resarcimiento económico correspondiente a las víctimas y/o sus familiares.
3. La supresión definitiva del celibato.
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