La extensión del libro

4. La extensión del libro

Tiempo de lectura: 8 minutos

4.1 Desde el autor

¿Cuán extenso debe de ser mi libro? ¿Existe un mínimo de páginas? ¿Hay un máximo de páginas?

Pues no hay una respuesta exacta y, como te había mencionado, si acaso hubiera una fórmula perfecta, las editoriales se basarían en esa fórmula y no se apartarían un milímetro de ella. Sé que esto puede generarte cierta incertidumbre, pero es lo que hay, y entonces lo que debes hacer es enfocarte en dos aspectos: tu mensaje y tu lector. Tal como estudiamos en la escuela, se trata de la trilogía emisor, mensaje, receptor.

Tú defines tanto el mensaje como el receptor.

El mensaje

En cuanto al mensaje, debes definir el volumen de información que quieres transmitir, y haciendo un análisis de cantidad y calidad. Si, por ejemplo, quieres ofrecer una guía para las 40 semanas de embarazo, habrás de decidir si desarrollarás tu tema mes por mes, trimestre por trimestre, o semana por semana. También deberás analizar cuánta información detallada incluirás en cada período de tiempo. De cuánto abarques y con qué calidad lo hagas dependerá la extensión de tu libro y, por supuesto, la satisfacción de tus lectores. Lo importante es definir todo lo que quieres transmitir para luego, en todo caso, dosificarlo.

El receptor

En cuanto a tu lector, para mí una cuestión de peso es el tiempo que acaso le dedicaría a leer tu libro, considerando que no tuviese el hábito de la lectura. Para un público que no tiene el hábito de la lectura, un libro de 300 páginas le resultará amedrentador, mientras que uno de 150 páginas le parecerá asequible, esto, porque incluso inconscientemente relacionamos cantidad de páginas con el tiempo necesario para leerlas. Un libro que tu lector pueda terminarlo en tres o cuatro días, leyéndolo en el trayecto de ida y de vuelta del trabajo, por ejemplo, sería lo ideal.

Ahora, ten en cuenta que un texto complejo implicará, posiblemente, varias relecturas para poder captarlo. Es decir, un texto extenso pero sencillo de entender se leerá con mayor rapidez que uno más breve, pero también más denso. Lo que estoy marcando es que debes atenerte a la máxima: «mantenlo sencillo». No se trata de «exhibir» lo que sabes, sino de transmitir tu legado de manera que tu lector pueda aplicarlo a su vida sin complicarse. Al respecto, hay una página que te será muy útil: legible.es, en donde podrás colocar tu texto para que a través de sus algoritmos lo analice.

Números aproximados

Dicho lo anterior, vamos a los números. Un texto correctamente redactado y sencillo de leer permite una lectura de 202 palabras por minuto, aproximadamente. Entonces, para una hora de lectura necesitamos 12.120 palabras, y para dos horas de lectura 24.240 palabras. Aquí tenemos la primera cifra: un mínimo de 25.000 palabras. Llevando esto a cantidad de páginas, tenemos que en 1 página van en promedio unas 282 palabras, por lo que 25.000 palabras implicarían unas 89 páginas. Llegados a este punto, me parece que un libro de no ficción debe tener un mínimo de 100 páginas, es decir unas 28.000 palabras.

Sigamos haciendo números. Mira, con este párrafo, el sexto, llegaré a las 606 palabras (101 palabras por párrafo), y habré de completar una página de Word en el tamaño común de A4 (21 cm x 29,7 cm) con márgenes normales. Entonces, si nos fijamos como meta escribir

• un libro de 30.000 palabras,
• el mismo tendrá un tiempo de lectura de 2 horas y 30 minutos,
• y un volumen de 106 páginas en el formato de libro tradicional,

A5 (15,24 cm x 22,86 cm), que en el formato A4 de Word serían unas 50 páginas aproximadamente, considerando 606 palabras por página.
¿Te he liado? Puede que sí, es que a mí los numeritos me pueden, así que vamos a ponerlo en unas tablas, mejor.

Extensión de mi libro
Cantidad de palabras	30.000
Tiempo de lectura	149 minutos
Cantidad de páginas en el libro (282 palabras por página)	106 páginas	53 hojas
Cantidad de páginas en Word (606 palabras por página)	50 páginas	25 hojas

Bien, me parece que ahora queda claro que lo que necesitas es escribir 50 páginas en Word, y que cada una de ellas tenga al menos 606 palabras. Con esto tienes la extensión más usual para un libro de no ficción.

Con estos números, me parece que queda claro que la variable principal gira en torno al autor, es decir, en torno a las páginas que habrás de escribir por día. Si escribes una página por día, pues terminarás el libro en 50 días, mientras que si escribes dos páginas por día, lo acabarás en menos de un mes. Todo dependerá de tu ritmo, de tu promedio, convengamos. Cantidad de palabras, o de páginas, son parámetros que te ayudarán a medirte y a darte ánimos para mantener tu regularidad mientras disfrutas de esta empresa que sólo depende de tus ganas.

4.2 Desde el lector

En el título anterior vimos el tema de la extensión de un libro de no ficción, y partiendo de la afirmación de que no hay una cifra exacta terminé llegando a unos números que son los usuales. Sin embargo, insisto, no es una ciencia exacta, ni del lado de la demanda, ni del lado de la oferta. Hay libros de 30 o 40 páginas que pueden ser de tremenda ayuda para un determinado público, como también algunos de 400 o 500 páginas que muy difícilmente vayan a cambiarle la vida a quien lo lea.

Es decir, tú me puedes decir: «Pero, Silvio, yo no creo que llegue a las 15 mil palabras», o puede que me digas: «No, disculpa, Silvio, pero yo ya tengo un borrador con 120 mil palabras». Y en ambos casos, como dije, en lo que hay que enfocarse es en el mensaje y en el receptor. Esto es, en qué va a sucederle al receptor después de leer las 15 mil o 120 mil palabras que vas a ofrecerle. Es en la transformación que habrá de lograr el lector en que deben apuntarse los tiros.

Caso 1 – Problema sencillo, relato de solución breve

Hace poco tuve una caída con la que me lesioné la espalda, nada grave, pero por unos días desarrollé una inflamación a la que mantuve a raya con diclofenaco y reposo. Al cabo de unos cuatro días estaba mucho mejor, pero ciertas posturas me causaban una sensación de molestia y dolor leve. Sabía qué podía ser; busqué información para elongar los músculos de la espalda de la manera correcta y encontré la página de un fisioterapeuta profesional en donde estaba la información que buscaba: 5 tipos de estiramientos enfocados específicamente en la espalda. Era exactamente lo que yo necesitaba.

El vídeo, de menos de 5 minutos, contiene indicaciones precisas que le soluciona un problema a un público específico. En este caso concreto, si trasladamos el contenido del vídeo al papel, quizás necesitaríamos de un folleto tipo díptico, o a lo sumo un tríptico, con los gráficos correspondientes. Como comprenderás, no necesitamos un libro de 100 páginas para explicar cómo realizar el estiramiento de la espalda. Ahora, si queremos contar cómo proceder para realizar correctamente la elongación de todos los músculos del cuerpo, y dependiendo de si sufrimos alguna lesión, y/o de la edad que tengamos, ya la cosa es diferente.

Caso 2 – Problema complejo, relato de solución extenso

En los 90 tuve una fractura de peroné, y el traumatólogo que me atendió me dijo que teníamos dos opciones: la primera, una cirugía con la que me colocaría un par de pernos e implicaría 45 días de inmovilidad; la segunda, 90 días de inmovilidad, sin cirugía, hasta que el hueso «cicatrice» naturalmente. Yo jugaba al fútbol semi profesionalmente, participaba en torneos, y en ese momento más de un club pretendía mi ficha. El médico tan sólo me dijo que la decisión era mía, claro. Pero a ver, ¿sobre la base de que iba a tomar yo esa decisión?

En aquel entonces, a mitad de la carrera de Economía, mis lecturas oscilaban entre Adam Smith y Paul Samuelson, y jamás se me hubiese ocurrido comprar algún libro sobre traumatología o sobre cirugía, pero si en ese momento el traumatólogo me hubiese ofrecido por 20 euros un libro de 200 páginas sobre cirugía de peroné, se lo compraba y me lo leía esa misma noche. Y si además el autor del libro era él mismo, pues muy probablemente accedía al procedimiento quirúrgico primero, y segundo, le hacía la ola entre todos mis conocidos en el ámbito futbolero, ¡pero qué duda cabe!

Como comprenderás, la complejidad del tema que habrás de tratar determina, al menos en cierta medida, la extensión de tu libro. Existe una simbiosis natural entre el tema, la voz del autor y el volumen del texto. Si tu objetivo es que tu lector pierda 5 kilos de sobrepeso en dos meses a través de un cambio de hábito alimenticio la cuestión será una, si tu objetivo es que tu lector se entere de todas las transformaciones por las que pasará su cuerpo durante las 40 semanas de embarazo, la cuestión será muy otra. Como sea, se tratará siempre de fijarse unos objetivos.

La mejor manera de perder tiempo y energía es comenzar tu proyecto a tontas y locas, así que considera todas las variables que te he comentado y determina qué temas vas a tratar y qué tan extensamente los vas a desarrollar, esto es, cuántas palabras y/o páginas habrá de tener tu libro. Repasemos el mantra: «no es una ciencia exacta», pero debes tener una idea aproximada de capítulos, de temas por capítulos, y de palabras por capítulos. Tienes que tener una idea muy acabada del libro en tu cabeza antes de comenzar a escribirlo, por favor, hazme caso, no te arrepentirás.

Sé que todavía tienes un par de dudas acerca de «la forma» de tu libro, no te preocupes, de eso me ocuparé en los próximos títulos. De momento concéntrate en ir redondeando mentalmente la extensión de tu libro de acuerdo a los temas que abordarás en él, y ten en cuenta este detalle: las sagas venden más que los volúmenes muy extensos. Es una de las pocas fórmulas que les funciona a las editoriales y la replican sin chistar. Entonces, si tienes en mente un libro muy extenso, piensa en convertirlo en una serie de varios volúmenes, tendrá más oportunidades garantizarte el éxito.

Silvio Rodríguez Carrillo