Entrevista a Nikolaj Rambosio

1. ¿Cómo fue que has llegado al impulso de escribir, y a concretar el acto de escribir?

Siempre sentí cierta afinidad con el arte. De hecho, de chico pasaba mi tiempo leyendo, dibujando y tocando la guitarra. Experimenté los tres campos ya que me he dedicado a dibujar cómics y retratos, y he tocado en varias bandas de rock. Pero siempre fue la lectura y la escritura lo que me resultó hasta una suerte de hábito indispensable en mi vida. Comencé con poesías, letras de mis canciones, cuentos cortos… lo cierto es que eventualmente terminé convirtiéndome en un escritor amateur.

2. ¿Qué significa para ti el escribir?

Podría decirte que escribir y leer fueron siempre tanto un pasatiempo como una necesidad para mí. Si bien hubo un tiempo en mi vida que creí inasequible dedicarme de lleno a este oficio, nunca, nunca dejé de escribir. A esto lo comparo con “el jugador de fútbol frustrado”, aquel hombre que se dedicó a algún oficio de oficina o de otra cualquier índole, pero que jamás falta a los turnos de fútbol con compañeros de trabajo o amigos del barrio. No obstante, hoy tengo la fortuna de dedicarme a la escritura. Y aunque no es un camino fácil, es el que elijo todos los días de mi vida. Aunque si te soy sincero, mi pasatiempo más grande no es escribir sino leer.

3. ¿Podrías afirmar que el escritor nace, se hace, o que hay una mezcla de ambas cosas?

En mi caso, escribir creo que es algo que vino grabado en mi ADN. Lo que no significa que serán escritores solo aquellos que son elegidos. Nada más lejano a la verdad. Lo único que no podés elegir al nacer son tus padres. El resto es cuestión de voluntad. No quiero negar el hecho de que no todos la tenemos igual de fácil en la vida, pero nada, nada es imposible. Es una frase simplista, pero que aplica para todo y todos.

4. ¿Cómo te has formado en el mundo de la escritura?

A mi criterio, la única manera de ser escritor es siendo lector. No hay otro camino. En mi caso fue un proceso que se dio de manera inconsciente, que comencé a aportar mi empirismo de lector a mis escritos. También comprendí desde siempre que “escribir” es un camino que se debe transitar solo, es por eso que la autocrítica fue indispensable para evolucionar. Ser escritor no es un oficio ordinario, es más bien una forma de vida. Algo de lo que no te tomás vacaciones ni programás un horario laboral fijo, y asimilar ese hecho fue mi punto de inflexión. No obstante, nunca dejo de remarcar que dejar de leer es agotar la fuente de energía de un escritor.

5. ¿Qué autor, o qué autores marcaron tus inicios en la lectura y quizá te impulsaron a la escritura?

Tengo que mencionar que leer la Biblia a una temprana edad marcó un hito para mí, ya que ello me llevó a buscar otros enfoques, otras maneras de ver la vida. Así fue que Albert Camus se convirtió en un referente para mí. Edgar Allan Poe, Lovecraft fueron siempre fuente de inspiración para mis escritos, también lo fue Adolfo Becquer. No puedo dejar de mencionar a Nietzsche, con quien disiento en mucho, pero que admiro profundamente.

6. ¿Tienes algún libro, o algunos libros de cabecera, de esos a los que siempre se da una ojeada?

“El extranjero” de Camus, “La caída de la Casa Usher” de Poe, “En la noche de los tiempos” de Lovecraft, “David Copperfield” de Dickens, “Macbeth” de Shakespeare, “El cuadro” de Agatha Christie… entre otros.

7. Hoy día, ¿tienes algún autor o autores que te impacten como aquellos que fueron tus primeros favoritos?

Hay muchísimos buenos autores que, si bien no me marcaron de igual manera que los primeros mencionados, disfruto mucho de sus libros. Por el lado de la literatura: Fred Vargas, John Katzembach, Sophie Hannah, Stieg Larsson (quien se nos fue a temprana edad). Por el lado de historia: Roger Moorhouse, Nicolás Márquez. Son los que más leo.

8. ¿Cómo surgió la idea de «Oscura metamorfosis»? ¿En qué te inspiraste para desarrollar la historia?

El personaje principal del libro es un chico sufrido y aislado de la sociedad. Eso, si bien puede ser motivo de un trauma, es algo que te sirve para observar, y hasta estudiar, desde afuera a la sociedad holísticamente y a la gente que la conforma. Lo sé porque he sufrido bullying en un tiempo, y aunque sea una etapa de mi vida que recuerdo sin resentimientos ni amargura, en su presente llegó a ser hasta un calvario para mí. Pero como mencioné, también pude descubrir una faceta en la sociedad, en los grupos sociales, que dista mucho de ser original. De ahí comenzó a crecer la idea.

9. ¿Concebiste toda la trama de una vez, o fue surgiendo a medida que ibas desarrollando la novela?

A medida que va transcurriendo y evolucionando la novela el punto de partida pasa a convertirse en un punto de referencia, pero creo que es imposible, al menos para mí, plasmar una historia sin modificar nada en el camino. En el caso de Oscura Metamorfosis, a excepción de los personajes principales quienes siempre tuvieron una personalidad adjunta, todo fue cambiando constantemente; lugares, tiempo, situaciones. Pero como mencioné, la esencia siempre fue la misma, así como el punto de referencia.

10. ¿Cuánto tiempo te llevó componer la novela y cómo fue ese proceso creativo?

Desde el nacimiento de la primera página que escribí hasta concluirla transcurrió un aproximado de seis meses. De todos modos he escrito algunas versiones más cortas con las que he demorado más de un año. Por eso creo que el tiempo siempre es relativo. El proceso fue una constante lucha entre “mi yo lovecfafniano” el cual me empujaba hacia el horror cósmico, y “mi yo novelezcopolicial”, que inevitablemente pegaba mis pies a la tierra. Creo que tuve que ir luchando y cediendo ante la fuerte atracción de estos dos polos opuestos, que intentaron constantemente absorberme como dos agujeros negros combatiendo entre ellos por ganar materia. Y de esa constante puja creo que resultó esta novela, tal vez gestada con la misma violencia que manifiesta la naturaleza misma en todas sus creaciones.

11. ¿Hay alguna anécdota en especial que recuerdes de ese tiempo?

Suele ocurrirme seguido, que me identifico con algunos personajes cuando escribo. Pero durante el periodo de escritura de esta historia, lo que sentí, en cambio, fue cierta comprensión y empatía hacia muchos de ellos. Y hasta llegué a asimilar que la vida no es fácil para nadie. Lo queramos o no el sufrimiento es inherente a nuestra existencia, por tanto, nadie está exento de sufrir en esta vida.

12. Son varios los ingredientes que contiene «Oscura metamorfosis», ¿es posible que entre ellos este la idea de exponer ciertas conductas típicas de algunas sociedades?

De hecho esa es la idea principal, que subyace entre la historia del protagonista y el ajetreo policial, exponer la realidad de los estereotipos adolescentes: chicas bellas, de vidas sociales perfectas pero una realidad muy distinta de trasfondo. Jóvenes populares que intentan ocultar sus inseguridades detrás de una personalidad agresiva y bullanguera. También está el adulto, que un día despertó y comprendió que su vida es una completa frustración. En efecto, eso es un poco lo que representa el libro, una exposición de todas las miserias humanas que se maquillan en el día a día.

13. ¿Qué le dirías al potencial lector de tu novela?

En Oscura Metamorfosis el lector encontrará intriga, misticismo, suspenso, injusticia, vidas oscuras y cargadas de dolor; pero sobre todo encontrará personas reales, con sentimientos reales, intentando sobrevivir en un hábitat cargado de violencia y agresión llamado sociedad. Y un final abierto que deja mucha tela aún por cortar.

14. ¿Qué le dirías a quien, como tú estuviste, está en los afanes de componer una novela?

Que lo tome con seriedad, con responsabilidad. Que investigue todo lo que pueda sobre lo que va a escribir en cuestión. Que forje un espíritu autocrítico invencible, ya que a la larga éste va a ser quien lo mantenga a flote. Que lea mucho más de lo que escribe, “si tenés seis horas para talar un árbol, afilá el hacha cuatro”. Y lo más importante, que finalice su obra, sin ilusiones utópicas pero sin miedo al fracaso.

15. ¿Tienes en agenda otros proyectos literarios?

Tengo un proyecto en el cual estoy trabajando. Mi idea es concluirlo para antes de finalizar de año. Pero, como antes mencioné, el tiempo siempre es relativo.