El tratado de Versalles resultó en una humillación para el pueblo alemán, no solo moral, sino también económica y soberana. Más allá de las sanciones monetarias, Alemania había cambiado territorialmente, y la obligación de desarticular a sus fuerzas armadas le colocaba en una situación de desventaja sobre todo frente a la Unión Soviética que emergía como una potencia con ambición expansiva. El descontento popular estaba claro y el surgimiento de un partido nacionalista que vuelva a darle identidad de grandeza al pueblo germano era sólo cuestión de tiempo. En este clima fue que Hitler escribió Mein Kampf, su base ideológica nazi.
El 1 de septiembre de 1939 Alemania invade Polonia, en teoría, sólo para recuperar una porción ínfima de territorio. Pero lo cierto es que para entonces ya tenía firmado el Pacto de Acero con los italianos, como también el Pacto Ribbentrop-Mólotov con los soviéticos, por lo que se desprende que el objetivo final de recuperar territorios era el plan a mediano y largo plazo. La reacción, casi inmediata del Reino Unido y Francia se debió a que con aquella agresión Hitler quebraba el espíritu de los Acuerdos de Múnich de 1938, con los que Alemania se había anexionado «legalmente» los Sudetes.
Aunque la declaración de guerra la hicieron los ingleses y franceses, no hicieron mucho en el terreno. Por su parte, los alemanes tras el inicio de la invasión no se detuvieron y, de hecho, ya el 8 de septiembre llegaron a Varsovia, dando inicio al asedio a la ciudad. A mediados de septiembre se dio la decisiva batalla de Bzura, un contraataque de los polacos que en principio fue exitoso, pero que los alemanes lograron revertir apoyados por su superioridad aérea logrando imponerse sobre los ejércitos de Poznan y Pomorze. El 17, siguiendo el guión, el Ejército Rojo también invade Polonia.
Tras la invasión, Polonia queda ocupada por alemanes y rusos, dándose inicio al mayor movimiento de resistencia de la historia, sí, mucho mayor que «la Résistance» de Francia. En Polonia se estableció un Estado secreto polaco, muy por fuera de la extrema derecha (nacionalistas) como de la extrema izquierda (comunistas), y constituida tanto por civiles como por militares. Una vez más quedaba abierta la «tradicional» problemática: ¿qué hacer con los nativos de un territorio conquistado / ocupado? No podían exterminar a todos los polacos, y como tampoco había una fuerte afinidad política o religiosa era imposible pensar en una convivencia pacífica.
El 30 de noviembre de 1939 la Unión Soviética ataca Finlandia, pero, aunque la superioridad numérica del ejército rojo era notoria, no se alzaron con una victoria rápida y contundente. Por su parte, Alemania, en abril de 1940 invade Dinamarca y Noruega, en la operación Weserübun. Hasta entonces los británicos y franceses no habían realizado ninguna acción que pudiera llamar a recato ni a los alemanes ni a los rusos. Para la prensa de la época, este periodo se llamó drôle de guerre, o guerra de broma, porque, justamente, aun cuando la declararon no habían realizado ninguna acción bélica de importancia.
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Cipriano Bracca dice
Excelente resumen de los inicios de la Segunda Guerra Mundial.
Silvio M. Rodríguez C. dice
Muchas gracias, Cipriano, por leer y comentar.
Que estés bien.